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Miles de personas en el mundo han recuperado la alegría y el encanto de la vida.

Talleres de Oración y Vida

Padre Ignacio Larrañaga

Miles de personas en el mundo han recuperado
la alegría y el encanto de la vida.

Talleres de Oración y Vida

Padre Ignacio Larrañaga

Un relámpago en la noche

En el archivo de la vida del padre Ignacio, así como en la de todos nosotros, algunas fechas están marcadas con tinta roja. “Son datos que nunca serán cubiertos por el polvo del olvido, porque ya entraron para siempre en las moradas del recuerdo”.

En el mes de junio de 1957, se le encomendó el compromiso al padre Ignacio de predicar en un pequeño pueblo de Navarra. Su corazón danzó de alegría. No podía haber recibido noticia más halagüeña: hablar sobre el amor de Jesús.

Partió de Pamplona hacia un pueblecito llamado Gallipienzo, donde debía actuar.

En la tarde del sábado dedicó largas horas al confesionario. A cada penitente le hablaba con pasión y fuego de las entrañas de misericordia y del amor incondicional de Cristo Jesús.

Y sucedió lo que relata padre Ignacio en su libro: “Llegó la noche. Me acosté. No podía dormir: no se disipaban las nubes oscuras de mi alma. Me levanté, me asomé a la ventana para tomar aire y contemplar las estrellas. No recuerdo bien si intenté orar, el hecho es que, repentinamente, algo sucedió. Y aquí llegamos al momento fatal de tener que explicar lo inexplicable.”

“Han pasado cuarenta años (1997) desde aquella noche, pero todos sus detalles están todavía tan vivos y presentes en mi memoria como si hubieran acaecido esta misma nche. Estoy convencido de que ni entonces, ni ahora, ni nunca se podrá reducir aquello a palabras exactas. Sólo el lenguaje figurado podría evocar, presentir o vislumbrar algo de lo que allí

¿Qué fue? Un deslumbramiento. Un deslumbramiento que abarcó e iluminó el universo sin límites mi alma. Eran vastos océanos plenos de vida y movimiento, Una inundación de ternura. Una marea irresistible de afecto que arrastra, cautiva, zarandea y remodela como

¿Qué fue? Quizás una sola palabra sintetiza ´aquello´: AMOR. El AMOR que asalta, invade, inunda, envuelve, compenetra, embriaga y enloquece…

La conciencia no fue anulada, sino desbordada. Mi estado consciente fue arrasado y arrastrado por la pleamar de amor sumergiéndolo todo en un estado de total embriaguez. No cabe otra alternativa sino la de rendirse, entregarse y llorar sin saber qué decir o qué hacer. Es la posesión colmada en la que los deseos y las palabras callaron para siempre…”

* * *

Transcurridos como quince años de aquella noche embriagadora, es decir, a los 45 años del padre Ignacio, habría de iniciarse su obra fundamental: Libros, Encuentros, Talleres de Oración y Vida, Jornadas masivas, videos…

Afirma el padre, que “las líneas gruesas y vitales de esta obra (TOV) compleja y múltiple emanaron de la experiencia de aquella noche venturosa, como por ejemplo: el mensaje inagotable del amor eterno y gratuito del Padre; el abandono como viga maestra de liberación interior y vivencia de la fe pura… y el principio absoluto de su mensaje: Esta es la voluntad de Dios: que sean felices”

“Este mosaico de colores, acentos y fuerzas de sustentación que consitutyen la columna vertebral de nuestro mensaje y obra, deriva y deviene de aquella noche gloriosa en la que la que las olas del amor me anegaron para siempre”.

Extractado del libro La Rosa y el Fuego de padre Ignacio Larrañaga.

– Ver FUNDADOR en esta misma página