BIENVENIDO GU脥AS REGISTRADOS ADMIN

Miles de personas en el mundo han recuperado la alegr铆a y el encanto de la vida.

Talleres de Oraci贸n y Vida

Padre Ignacio Larra帽aga

Miles de personas en el mundo han recuperado
la alegr铆a y el encanto de la vida.

Talleres de Oraci贸n y Vida

Padre Ignacio Larra帽aga

Silencio Fecundo

Impresiona el silencio de Mar铆a despu茅s de la anunciaci贸n. El hecho de ser la Madre del Mes铆as y el hecho de serlo de una manera prodigiosa, eran para dejar desequilibrada emocionalmente a cualquier persona. Es dif铆cil sobrellevar, en soledad y silencio, tan enorme peso psicol贸gico. Si la joven Mar铆a guarda ese secreto en completo silencio, estamos ante un caso 煤nico de grandeza humana cuyas circunstancias vale la pena analizar.

Mar铆a no cont贸 a nadie el secreto de la encarnaci贸n virginal. No se lo cont贸 a Jos茅 (Mt 1,19). No se lo cont贸 a Isabel. Para cuando Mar铆a se hizo presente en Ain Karim, en casa de Zacar铆as, Isabel ya estaba en poder del secreto fundamental. Apenas Mar铆a abri贸 la boca para decir 隆shalom!, Isabel prorrumpi贸 en exclamaciones y parabienes.

En las largas noches, en el sue帽o o en el insomnio, en sus caminatas a la fuente o al cerro, en la sinagoga o en las oraciones rituales se帽aladas por la Torah, cuando trabajaba en el huerto o cuidaba reba帽os en el cerro, cuando tej铆a la lana o amasaba el pan…, abismada, sumida, endiosada, concentrada y compenetrada e identificada con Aquel que era vida de su vida y alma de su alma…

Por el contexto evang茅lico se deduce, que Mar铆a no comunic贸 a nadie el secreto sagrado ni siquiera, a su propia madre, todo indica que el secreto no sali贸 de boca de Mar铆a. La Madre se hundi贸 con su propio secreto en el silencio del coraz贸n. Se deslig贸 de la opini贸n p煤blica, se despreocup贸 del 芦que dir谩n禄, se abandon贸 a la voluntad del Padre y qued贸 en paz. Jam谩s mujer alguna vivi贸, en la historia del mundo, semejante plenitud vital y tanta intensidad existencial.

El silencio se par贸 y se encarn贸 en Mar铆a juntamente con el Verbo. En estos nueve meses, la Madre no necesit贸 rezar, si por rezar se entiende vocalizar sentimientos o conceptos. Nunca la comunicaci贸n es tan profunda como cuando no se dice nada; y nunca el silencio es tan elocuente como cuando nada se comunica. Aqu铆, durante estos nueve meses, todo se paraliz贸; y 芦en禄 Mar铆a y 芦con禄 Mar铆a, todo se identific贸: el tiempo, el espacio, la eternidad, la palabra, la m煤sica, el silencio, la Madre, Dios. Todo qued贸 asumido y divinizado. El Verbo se hizo carne.

Extra铆do del libro El Silencio de Mar铆a por P. Ignacio Larra帽aga